Durante el mes de diciembre hemos experimentado con la comida china, pero la de verdad, no la adaptada a nuestro paladar español.
Los palillos no se nos dieron nada mal, algunos debemos practicar algo más o nos quedaremos sin nada.
Lo más complicado consiste en poder agarrar con los palillos la comida con forma redondeada, ¡se nos escapaba constantemente!
Al final lo conseguimos y logramos llevarnos algún que otro manjar a la boca.
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